viernes, 21 de diciembre de 2012

Un cuento...


A lo largo de mi corta vida he recorrido miles de kilómetros, yendo de un lado a otro, escapando de la frialdad que de cuando en cuando me acecha. Quisiera quedarme y enfrentarme pero simplemente no puedo, tengo que huir, buscar un horizonte donde sí brille el sol.

En uno de mis tantos recorridos encontré algo que me hizo querer regresar cada vez que pudiera. En una tarde de otoño, cuando ya andaba sin rumbo me encontré con unos ojos, claros y brillantes que lo decían todo sin necesidad de palabras. No supe nada, simplemente me quede colgada a su mirada sin sentir que el tiempo pasaba o que el viento soplara. No importaba que esta fuera ser la primera y la última vez que lo viera, estar ahí pegada a la ventana, sintiendo como mi cuerpo se llenaba de esa luz que irradiaba de sus ojos ya tenía un precio invaluable.

De repente un golpe, un pequeño temblor, todo se nublo. Me sentí perdida, deje de sentir esa luz y me vi en el piso a punto de ser aplastada. No supe como, quizá mi instinto de supervivencia, me quite de ahí, en mi intento por escapar sentí que volaba más rápido de lo que podía imaginar y cuando me detuve a pensar me di cuenta que lo había perdido, así sin más.

De ahí en adelante todo fue un ir y regresar en busca de esos ojos, en busca de sentirme llena de esa luz una vez más pero desde entonces mi búsqueda ha sido en vano. Con el paso del tiempo no solo se ha ido su mirada, también se fue la mesa en la que estaba sentado, incluso se ha ido la ventana en donde me quede recargada. Solo conservo el recuerdo de lo que fue mi momento más romántico.

Ahora mi vuelo de invierno lleva una esperanza, a veces las fuerzas me fallan pero el anhelo de esa luz me hace volver a desplegar mis alas, seguir con el camino no solo para sobrevivir si no para descubrir que soy algo más que una mariposa monarca.




martes, 4 de diciembre de 2012

Huellas


La verdad aparece en esos momentos silenciosos en los que esta el cielo, el sol y el viento golpeando tu cara, aparece en esos momentos en los que levantas la mirada y cuando miras el cielo azul solo puedes ver reflejadas las huellas que se han quedado aún después de las ausencias.

Trata e encontrar la huella que descubrí que dejaste

El tiempo le gana a las relaciones, convierte a las personas en extraños, aleja sus caminos hasta separarlos. Y al final lo único que nos queda de las personas que alguna vez amamos son las huellas que dejaron en su paso por nuestra vida. Huellas imborrables que quizá algún día queden enterradas bajo otro montón de ellas pero que nunca desaparecerán.

Las huellas son esos recuerdos que se quedan con nosotros, esas sensaciones que aun puedes revivir cuando te pierdes en tus propios pensamientos y te das cuenta que siguen ahí, que el tiempo los ha debilitados pero no los ha borrado, que puedes recordar y volver a vivir. Sentirás que el tiempo ha pasado en vano porque esas sensaciones siguen clavadas en lo más profundo de ti, que si no se han ido es porque nunca más lo harán.

El tamaño de las huellas que nos dejan las personas que salen de nuestras vidas es medido  con los cambios que hacemos en nuestras vidas después de esa partida, con las lecciones que nos deja y el aprendizaje con el que nos quedamos para no cometer los mismos errores.

Una huellas siempre nos unirá a las personas que las dejan, de cierta forma nos acompañaran por el resto de nuestras vidas y estarán presentes en momentos cruciales tomando la forma de una lección bien aprendida o de una palabra reflejada en nuestro discurso. Esas personas estarán dentro de nuestros suspiros, de nuestras lágrimas, estarán en cada paso que demos en la dirección contraria.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Qué hubiera pasado si….


A pesar de las advertencias en los últimos días me he instalado en el país de la nostalgia, y a pesar de que ya no me gusta tanto como antes no salgo de ahí… No sé, quizá son las fechas, el clima, o mi conciencia que cada vez me atormenta más y más porque siento que no hice las cosas bien.

Mi primer gran error: No mantener cerrada la boca, tengo la mala costumbre de confiar demás a las personas, no los culpo a ellos por lo que pasa si no simplemente que si yo no hubiera dicho nada probablemente mis problemas, mi ansiedad y mi miedo no se hubieran hecho tan grandes. Puedo decir, contradiciendo lo que creo, que mis problemas no se hicieron mas pequeños por compartirlos, al contrario, se hicieron cada vez más grandes. ¿Lección aprendida? Eso creo…

Siempre sigo mis impulsos, muchas veces cuando me detengo a pensar ya es demasiado tarde y a pesar de que casi nunca me arrepiento de lo que hago creo que no hago las cosas de la forma “correcta”. Digo siempre he hablado de hacer las cosas a mi manera, de seguir a mis impulsos pero creo que no siempre es sano, digo por algo existen las recetas de cocina…

El punto es que intente enmendar mis errores, pero no pude. Quizá porque no me esforcé lo suficiente, quizá porque son errores con los que voy a tener que aprender a vivir porque ya no hay nada que se pueda hacer o quizá haya otra oportunidad más adelante o quizá es una señal para que deje de rebuscar en mi cabeza y vuelva a tener una conciencia tranquila por omisión.

Todos hablan de la madurez, de cómo deben funcionar las cosas y como debes de actuar bajo cada circunstancia, las personas más grandes que yo siempre me hablan de eso, me dicen que dentro de unos años me reiré de lo que esta pasando ahora y que a lo mejor ni siquiera lo recordare. Probablemente todo eso pase pero mientras tanto, ¿qué se supone que debo hacer?

Me pregunto que tan madura puedo ser en este momento, teniendo veinte ¿cómo debo hacer las cosas? Me resulta muy difícil encontrar las respuestas a mis preguntas con tantas cosas que hacer, tantos sueños que soñar y tantas metas en las que me tengo que poner a trabajar. ¿En qué punto es momento de comenzar a hacer las cosas de manera diferente?

lunes, 1 de octubre de 2012

El constante drama.


A veces creo que las personas no somos felices si no hacemos una tormenta en un vaso de agua, que para ser felices hay que hacer que nuestro mundo gire alrededor de un problema, generalmente externo, en vez de girar en torno a nosotros. Yo creo que porque tenemos miedo de tomar la felicidad en nuestras propias manos.

Esperamos el típico cuento de hadas, en el que llega algo que nos hace mágicamente felices. No nos gusta esforzarnos por hacer que el sol brille en nuestro horizonte pero hacemos de todo con tal de que las nubes no se vayan, pero ¿por qué? ¿Por qué buscarle mil tonalidades al mundo cuando todo es más fácil si lo vemos en blanco y negro? ¿Por qué quererlo todo en punto medio, si podemos tenerlo todo o no tener nada? ¿Conformismo?

A lo mejor lo único que queremos es justificar nuestras faltas con un pretexto malísimo, ya saben nadie te juzga cuando creen que tienes un problema grave. Claro que cuando lo vemos desde una perspectiva diferente lo único grave es la forma que algunos de tenemos que hacer grandes las pequeñeces de la vida. Es un problema, porque nos convertimos en víctimas, pero ahí entra una disyuntiva; en este mundo sólo hay de dos: O eres víctima o eres victimario y la verdad es que ninguna de las dos opciones representa algo bueno, por eso creo que la única forma de encontrar la felicidad plena es viviendo ajeno a este, por decirlo de alguna manera, asqueroso mundo en el que te atacan si tú antes no atacas primero.

Y a lo mejor estoy siendo un poco negativa pero es que no sé a dónde más podría encaminar mis pensamientos si cada vez que me siento a observar a la gente siempre es lo mismo, buscan parecer que están más mal de lo que realmente están o buscan hacerle un mal a alguien, siempre buscando la forma de complicar más la vida, como si no fuera suficiente con nuestra naturaleza de seres humanos.

En fin, sólo trato de sacar mis propias conclusiones a mis propios problemas. Me disculpo si ofendo a la sociedad, recuerden que yo sólo tomo en cuenta MI mundo y son bienvenidos si quieren ser parte de él.

jueves, 13 de septiembre de 2012

La verdad sobre este momento.

Hay etapas de la vida en las que no se sienten pasar las noches, hay otras en las que se convierten en una eternidad y las menos, que son las noches que sólo son noches.




Todos sabemos que nada dura para siempre, que a veces hay nostalgia por lo que fue y ya no es pero el tiempo hace efecto en nosotros y cada vez nos alejamos más de todo eso. Los recuerdos ya no están, hay ausencia de suspiros, se acaban los corazones rotos y nos encontramos de nuevo volviendo a empezar.

Es un reinicio donde existe la tranquilidad y la paz mental, donde tu tiempo vuelve a ser sólo tuyo, donde dejas de perseguir sueños para empezar a construir nuevos, vuelves a creer, vuelves a volar…

Los nuevos comienzos llegan con el fin de algo, sin que lo planeemos, sin lo que deseemos o simplemente sin que lo queramos. Yo aprendí que estar buscando un final es la peor manera de encontrarlo. Las cosas caen solas por su propio peso, el tiempo juega su papel, la paciencia se agota y los límites se alcanzan y es entonces donde no queda nada más que voltear la mirada y tomar una nueva dirección.

No sé a ustedes pero a mí me da mucho miedo comenzar de cero, no tener nada en mi mente ni en mi corazón, sentirme vacía pero no por eso incompleta. ¿Qué sigue después de haber desgastado tu vida entera en hacer que algo funcione y que al final siguió su curso y terminó?

Sin embargo, no cambiaría por nada esa sensación de que al fin todo lo malo terminó, que el circulo vicioso que me arrastraba a lugares oscuros se rompió y que ahora tengo todo un hueco en mi vida para poder llenarlo con lo que sea, porque comenzar de nuevo no me exenta de volver a hacer las cosas mal, de rodearme de personas incorrectas o de cometer el mismo error. ¿Pero qué más da? ¡Para eso es la vida!  

martes, 21 de agosto de 2012

¿Cuál es tu juego?


A veces quiero creer que todos los seres humanos que habitan este planeta tienen buenas intenciones y que cuando hacen algo malo es porque los mueven motivos dolorosos, que no hay nada más que dolor detrás de las malas acciones de este mundo, pero por favor!! Todos sabemos que eso no es cierto.

En mi mundo perfecto soy una de esas personas que sólo miran y se creen con el derecho de emitir una queja pero la realidad es diferente. Soy una persona que a veces hace cosas con la más pura mala intención de fondo. Creo que lo hago para no aburrirme tanto, agito un poco mi vida provocando problemas y una que otra vez un par de lágrimas; y claro que no estoy orgullosa de eso, podría hacer muchas cosas al respecto pero por ahora no sé cómo hacerlo. Suena cínico pero es la verdad, decir que no puedes hacer algo al respecto es sólo una forma mediocre de contemplar los problemas.

El hecho es que las personas adoptamos un papel y entramos en el juego de criticar, juzgar y, lo más grave, lastimar sin razón aparente. No niego que no sea divertido o interesante pero el problema son las consecuencias; no deja la misma cicatriz la cortada de un papel que la de un cuchillo. Somos capaces de todo con tal de ganar los juegos que nos proponemos y tomamos tan serio nuestro papel que a veces ese papel se convierte en parte de nosotros y lo que es un juego se convierte en nuestra profesión, por decirlo de alguna manera.

Nadie está exento de ser parte de esto, sólo que a veces nos toca ser la víctima y otras más el victimario. Intento comprender todo esto pero simplemente estoy tan familiarizada con la dinámica que no puedo comprenderlo de una manera objetiva. Y arrastrados en medio de esta corriente de maldad no nos queda de otra que vivir siempre en alerta para detectar cuando alguien está por atacar pero ¡rayos! Existiendo siempre tan buenos jugadores que nos engañan bajamos la guardia y somos derrotados de manera brutal.

Es un círculo vicioso en el que cada vez más y más gente está participando, y la verdad a mí no se me ocurre nada para solucionarlo. Así que en vez de preocuparme me voy a ocupar, tengo que desarrollar resistencia y fortaleza para enfrentar a los mejores jugadores que podrán engañarme pero jamás ganarme.

viernes, 10 de agosto de 2012

Los caminos de la vida...


Como quisiera tener el don de la predicción. No basta con que me pase la vida analizando mis opciones, considerando las consecuencias de mis actos y desbaratando el mundo buscando respuestas, siempre termino tomando malas decisiones.

Muchos de ustedes pueden decir que de eso se trata la vida pero ya me aburrí de que todo salga contrario a lo quiero. Digo, en mi caprichosa cabeza suelo pensar que las cosas tienen que ocurrir según mis planes porque pongo todo mi empeño en que así suceda. Luego recuerdo que estoy rodeada de humanos que igual que yo son egoístas, impredecibles y caprichosos, y que tal vez eso es lo que hace que mi camino no sea tan recto.

Las cosas van y vienen, desgraciadamente las personas también. Aferrarse no es sano cuando sobrepasas los límites de la dignidad, además es muy cansado luchar contra una corriente tan poderosa como el destino. Hay veces que por mucho que se quieran las cosas no más no pueden ser y aunque la lógica dice que cuando es así es mejor terminarlo y continuar, díganme ¿qué humano con sentimientos puede aceptarlo cuando debe hacerlo?

Cuando la vida nos arrastra hacia caminos no planeados como buenos mortales nos dejamos llevar, reposamos nuestras almas y nos dejamos sentir esas penas que vamos bloqueando mientras llegan. Somos tan débiles que cualquier brisa puede hacernos caer y con las manos llenas de rasguños y las rodillas sangrando comprendemos que debemos pararnos y caminar porque no hay peor derrota que la que no tiene lucha. Los seres humanos somos lo suficientemente orgullosos como para decir “No importa si me caigo, sé que aunque este solo puedo levantarme” pero hay otro tipo de seres humanos, esos que dicen “No importa si me caigo, sé que esta Él y puedo apoyarme para levantarme”. Y yo no soy quién para decir quiénes son mas inteligentes.

El punto es que mientras lleguemos a nuestro destino, no importa que camino hayamos recorrido, donde nos detuvimos y quién estuvo a nuestro lado mientras nos movíamos. Respecto a nuestro destino, bueno, cada quién sabe cuál es el lugar al que quiere llegar.



lunes, 2 de julio de 2012

Pensamientos de una caminata.


Caminar con este clima en el que la tormenta ya se siente en el aire siempre me tranquiliza pero hoy me di cuenta de algo que realmente no me gusto.

Llevo viviendo en mi actual casa más de 20 años, obvio desde que nací. Conozco a todas las personas que viven por aquí desde entonces, las que se han ido y las que han llegado aunque no por eso necesariamente tenga algún trato con ellos. En algún punto de la vida estaba rodeada de amigos a los que podía encontrar a sólo unos cuantos pasos, sonreía a todo el que me encontraba y no era un misterio para nadie. Hace muchos años que esos amigos se fueron de aquí y los que quedan, pues bueno, ya no son parte de mi vida para nada.

Hay mucha gente que me ha visto crecer, caerme (literalmente), levantarme, hacer y deshacer. Conocen mi nombre pero no saben como me dicen, saben que voy a la escuela pero no saben a cuál, que a veces no llego en la noche o incluso en días pero no saben a donde voy. Soy esa muchacha extraña que cuando la ven se callan y tan pronto pasa vuelven a hablar, pero ahora de mi.

En realidad no hay nada que me detenga en este lugar, no tengo amigos ni un novio que me hagan querer quedarme pero me he aferrado a vivir aquí con toda mi alma desde que tengo memoria. Mudarme de mi pequeño departamento, dejar estas calles, la azotea del edificio, los columpios y el árbol que plante eran de esas cosas que me aterraba dejar.

Pero hoy mientras caminaba por las calles que he recorrido miles de veces en mi vida me di cuenta que ya no quiero estar aquí. Casi todos los lugares están llenos de recuerdos como mi primer beso, paseos tomada de la mano de alguien, peleas, risas, juegos y un montón de cosas más que ya no pueden volver a pasar porque estamos muy lejos de esos momentos. Se supone que eso es lo bonito, pero ya estoy un poco cansada de caminar una y otra vez sobre mis recuerdos porque es imposible no evocarlos cuando paso por ahí y es que el hecho de que sean buenos recuerdos no quiere decir que los necesite.

Lo malo es que mi capricho por quedarme me saldrá caro porque en al menos tres años no podré huir de aquí. Sin embargo esperare con ansía el momento en el que pueda recorrer otra vez las calles del lugar al que llamo hogar sin tener que pensar en lo que en algún momento fue y no volverá a ser jamás.  

No sé ni en que momento lo comprendí ni por qué, pero ya me di cuenta que no necesito todo eso porque entonces te la pasas anhelando que pasen las cosas iguales, quieres reencuentros que ya no pueden pasar y entonces sufres por lo que no tienes y sufres más cuando te das cuenta que no lo volverás a tener. Y no significa que este huyendo de lo que siento porque para poder llegar a este punto en el que aprendí a poner todo detrás de mi tuve que lidiar con todos los conflictos que tenia con el pasado y ahora que todo esta resuelto puedo felizmente cerrar el baúl de los recuerdos, al menos por ahora. Lo digo porque soy mas volátil que el clima de Toluca, cambio cuando menos se lo esperan, incluso cuando menos me lo espero yo!

jueves, 28 de junio de 2012

A veces siento que te necesito...



No les ha pasado que de repente sienten la necesidad de saber que una persona esta ahí, esta bien, esta con ustedes para poder respirar? ¿No? Pues no han vivido amigos…

Los seres humanos tendemos por naturaleza a encariñarnos con todo, pero a veces los sentimientos se nos escapan de las manos y cuando nos damos cuenta ya estamos derramando un río de pasiones que en primer lugar nunca debió existir. El tiempo contribuye a que ocurran estas cosas, a veces solo estamos en algún lugar tan acostumbrados que no notamos la presencia de nada mas pero es tanta la costumbre que si notamos cuando se va. Perdemos lo que ni siquiera nos habíamos dado cuenta que queríamos pero eso es harina de otro costal.

Muchas veces el amor que sentimos crece de una manera exponencial, si nos damos cuenta o no realmente no es importante, y nos inunda tanto que llega un punto en el que se vuelve parte de nosotros, terminamos por necesitar que el objeto de nuestro amor este ahí donde podamos verlo y sentirlo sin que nadie ni nada se interponga en nuestro camino.

Es bastante enfermizo, pero también bastante común. Nadie es perfecto, así que un día cuando menos lo esperemos nuestro amor nos falla y con eso viene la cura a nuestro mal. Depende mucho de nosotros dejar enfriar un poco todo eso o hacer que desaparezca completamente porque jamás nos volveremos a sentir igual.

Es natural “necesitar” a alguien, ¿pero saben que aprendí? Que después de dejarte llevar por todos esos sentimientos intensos cuando las cosas se van enfriando, te das cuenta si vale la pena dejarte llevar o no. A veces dejas de necesitar pero no de querer, y seguirás estando ahí al pendiente pero ya no tendrás que asegurarte de que esta a tu lado para poder caminar. 

miércoles, 6 de junio de 2012

Poema No. 32



Es una noche cualquiera,
no hay lágrimas ni sonrisas,
no hay luna llena.
He estado esperando por este momento
desde que empezó la primavera.


Es que no había noches en las que no estuvieras,
pasaba mi tiempo haciendo estrategias para confrontar 
la forma en la que me dejas cada vez que te acercas,
pero la verdad es que ninguna funciona
porque nunca cuento con que tus jugadas sean tan perfectas.


Es difícil encontrar un verdadero significado entre la oscuridad
pero es aun mas difícil encontrarlo cuando puedes ver todo con claridad.
Los rayos de luz son tan cegadores que no dejan ver cuando algo es de verdad,
los reflejos son tan perfectos que engañan al corazón más tierno
y hacen dudar a los que hace mucho dejaron de ver al cielo.


Te he seguido sin tener claro si hacerle caso a mi destino,
las aspiraciones no cobran importancia cuando de amor se trata
¿Que importa lo que quieres si te hace feliz lo que tienes?
Somos capaces de dejar nuestro camino por seguir a alguien que no es nuestro destino
Somos necios, nos negamos a la realidad
Porque ésta es más de lo que podemos enfrentar.

Pero parece que ya no vivo confiando en lo que siento
aunque aún quedan muchas noches por llenar,
miles de canciones con cuales recordar
 ya no existe nada más que me haga querer regresar.

jueves, 24 de mayo de 2012

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!



Ya paso un año desde que todo esto comenzó y sigo sin averiguar que ha cambiado y que no. Pero empecemos por el principio.

Hace exactamente un año comencé a escribir otra vez, en un intento por escapar del terrible sentimiento que estaba desmoronándome con toda la calma del mundo, disfrutando de cada instante en el que caía más y más profundo. Estaba acelerada, nerviosa, mi cabeza no lograba encontrar una explicación lógica y aunque el desastre ya se había anunciado antes, me tomo completamente por sorpresa. No sabía por dónde empezar, o mejor dicho por donde concluir todo el asunto que me arrastro a un borde de tal confusión que termine haciendo lo único que sé hacer en estos casos de caos mental, escribí una carta.

Como buena quinceañera enamorada, la carta estaba llena de contradicciones. Aun puedo leerla y volver a sentir lo mismo que sentía cuando la escribí. Quería matar, quería besar, quería correr, quería gritar. No sabía cuál iba a ser mi próxima movida, tenía planes que no incluían en ningún punto el tener que volver a tomar el camino sin sostener su mano, justo como había llegado.

Pero eso no era suficiente, tenía la necesidad de poder explicarme sin enredarme en mis propias palabras. Siempre había querido un blog y ahora tenía un motivo para hacerlo, decir las cosas que no debía decir. No estaba pensando en un nombre para el blog que sonara interesante o bonito, no, estaba pensando en que tenía tantas cosas guardas, tantas palabras que nunca dije y que iba a llevarme a la locura no sacarlas y que las convenciones sociales no me permitían decir porque ¿Cómo rayos vas a decir que te dolió algo tan insignificante, cómo vas a decir que estas molesta, cómo vas a decir que alguien mas tuvo el poder de destruirte y tu dejaste que lo hiciera? Claro que no debes hacerlo, debes ser fuerte y orgullosa porque así funcionan las cosas.

En un principio tenia las intenciones de hablar de muchos temas, pero yo sabía que no iba a ser así, escribir sobre otras cosas no se me da. Los engañe con mi primera entrada pero luego vino la segunda lo que saco todo a relucir y lo que mas recuerdo es que les prometí a mis futuros lectores que les contaría la historia de lo que me estaba sucediendo, cosa que aun no ha pasado. Los que me conocen saben, o al menos imaginan, con qué tiene que ver todo esto pero eso no significa que lo sepan todo. Pero bueno, esa historia no puede ser contada porque sigo lidiando con ella.

No tienen ni idea de lo bien que me ha hecho este blog, de las satisfacciones que he obtenido escribiendo en él y lo bien que se siente poder compartir lo que sientes con otras personas sin ser interrumpido o sentirse juzgado. Escribo para mi, escribo para no perder la cabeza, escribo porque en el proceso de hacerlo entiendo lo que está pasando. Todo lo que hay aquí tiene que ver con mi vida o con la vida de los que me rodean.

Pero a pesar de todo, un blog no es suficiente para arreglar el desastre que los acontecimientos del año pasado hicieron en mí. Quizá me estoy dejando llevar y culpo a otras personas y a las circunstancias de lo que me paso aunque todo sea mi responsabilidad, quizá eso solo fueron los factores que desencadenaron una reacción, que sacudieron mi mundo y que me hicieron replantearme a mis escasos 19 años lo que creía saber de la vida.

Conocer la verdad es solo el comienzo de un largo y tortuoso camino y más cuando no termina de quedar clara y es por eso que la verdad es solo el comienzo de un final. Hace un año yo supe una verdad que me ha llevado en un viaje complicado, muy parecido a ese de las tan trilladas montañas rusas. He llegado a mi punto máximo solo para comenzar a caer a una velocidad donde frenar significa suicidio. Quizá me niego a ver las cosas de frente y poner un alto a todo esto, o quizá también sigo aquí porque aun siento que hay algo porque luchar pero mientras averiguo cual de las dos es continuare escribiendo aquí, para mi y para ustedes que deciden acompañarme cada entrada.

¡GRACIAS!


domingo, 20 de mayo de 2012

¿En qué punto me detengo?


A veces comenzamos una historia sin ningún fin en la mente, los hechos solo comienzan a suceder uno tras otro y nos dejamos llevar por lo que hay en el momento. No existen consecuencias ni deseos y aunque siempre caemos parece ser que en la siguiente no lo recordaremos. Sólo estamos ahí porque en ese preciso momento se siente bien.

¿Qué tan justificable es esto? ¿Qué tan lejos somos capaces de llegar con tal de obtener momentos furtivos de felicidad? No lo sé.

Tengo miedo de llegar tan lejos que el único punto de retorno se encuentre en un rinconcito entre la demencia y el fracaso pero no siento ganas de detenerme ahora. ¿Por qué lo haría si sigo disfrutando del viaje? NO ME QUIERO DETENER pero una pequeña vocecita dentro de mi esta tratando de decirme que lo haga, sólo que yo la ahogo con mis gritos de necedad.

No sé que me mueve con este tipo de comportamiento, ¿Cómo soy capaz de ignorar a mi propia conciencia? No creo que tenga una razón válida para continuar con comportamientos autodestructivos pero hey! Dicen que lo último que tienen los sentimientos es la racionalidad.

Antes me gustaba hacer teorías del por qué me pasaba lo que me pasaba pero es una práctica que abandone después de darme cuenta de lo tonto que era. ¿Ahora que me queda para especular? NADA! Voy por la vida sin ninguna visión, sin justificación y sin embargo así se me hace más fácil seguir en este viaje que probablemente me lleve a la destrucción. Tengo perfectamente claro que nada  de esto puede ser sano.

Ni siquiera sé que estoy esperando de todo esto, porque ya me quedo claro que no voy a obtener un final feliz a su lado. En mis momentos de lucidez me canso de que todo sea así, de ser la que calla mucho tiempo y luego habla en el momento menos indicado, de sentir que sólo me pueden abrir su corazón cuando están borrachos, de esperar mientras ellos recorren otro tanto del camino mientras mi motor se está atascando.

Tengo miedo, claro que si, no sería humano si no fuera así y mi miedo es que un día mi cordura se averié y entonces me quede atascada en este camino y lo recorra una y otra y otra vez, estar consciente de lo malo que es lo hace aun mas difícil.

Quizá estoy esperando que este camino me destruya tanto que tenga que detenerme, o quizá sólo estoy a la espera de juntar las fuerzas para cambiar de dirección, no lo tengo claro y mientras esto suceda voy a seguir ahí en parte porque no sé a dónde más ir y en parte porque todavía tengo la esperanza de que esto se vuelva un camino diferente. 



Y esto es sólo lo que siento hoy....

miércoles, 2 de mayo de 2012

Lo que me hace el tiempo...



En medio del caos cierro los ojos y me abandono a merced del viento
cada hora, cada minuto, cada segundo
va recorriendo mi cuerpo,
estoy en el mismo lugar pero no en el mismo tiempo.
Cuando me atrevo a abrir los ojos nada es diferente alrededor,
Lo único que ha cambiado es la oscuridad de mi mente

En medio de tan poca claridad
he pasado horas enteras esperando ver surgir algo del vacío
creyendo que la alegría llegara sin que yo me mueva
Y que si no llega la felicidad es porque está huyendo por mis problemas.

Pero en mis momentos de lucidez escasos
me doy cuenta que soy yo la que está escapando,
que tomo direcciones contrarias cuando algo bueno esta por pasarme
y tomo caminos que me llevan directamente a la desgracia.

¿Es algo patológico? Quizá…
Nunca he sabido que es lo que realmente está mal,
probablemente todo se deba a que he crecido acomplejada
creyendo en las ideas del amor, de un Dios, de la perfección.

Entonces arraigada en la búsqueda de mis ideales
me estrello contra un montón de obstáculos
y entre tantos golpes y rasguños
me encuentro frustrada, perdida, decepcionada.

Y entonces todas estas ilusiones me arrastran y me llevan con ellas,
me dejan tirada sin ganas de hacer nada.
El viento recorre mi cuerpo
pasan los segundos, los minutos y las horas
Y estoy en el mismo lugar pero no en el mismo tiempo.

martes, 24 de abril de 2012

¡ LÁRGATE DE MI MENTE!


Mis problemas de concentración van en aumento, a veces me pierdo caminando por las calles que conozco de memoria, a veces olvido para que sirven las cosas. Hay algo que esta obstruyendo el flujo de mi mente, tu recuerdo básicamente.

Estas aquí y estas allá, esto no se detiene por mucho que no quiera pensar. En medio de tantos números, tantas funciones, tanta información no logro encontrar un rincón de mi mente donde ordenar tanto que debo aprender porque a donde quiera que intento escapar tan solo avanzando unos pasos ahí estas. Quisiera evitarlo pero ¿Cómo separo algo que esta adherido a mi sangre? ¿Cómo olvido que si veo la luz es porque tu me la regalaste?

Lamentablemente entre tú y yo ya no existe una relación basada en hechos, sólo en recuerdos y para mi la mayoría de estos son malos. No olvido los golpes en la mesa, los gritos, las obligaciones, el hecho de que quieras imponer tu voluntad cuando yo ya estaba acostumbrada a seguir solo mis ordenes. Pero ahora estamos aquí, en medio de un gran problema en el que me gustaría decir que estamos juntos, pero la verdad es que no es así.

El pez por su boca muere y te encargaste de matar todo el amor y respeto que yo podía sentir por ti. Me lastimaste y como buen ser humano me he defendido, te he herido pero solo ha sido en respuesta de los ataques que he recibido. Quizá no fuiste el tú el que me ataco, pero si fuiste el que no me defendió a pesar de que pudiste hacerlo, que pudiste haber controlado lo que estaba pasando y sin embargo dejaste que me destruyeran y que la imagen que tengo ante los ojos de los que nos importan sea el de una persona frívola y sin corazón, aunque pudieras decir que eso es cierto y te responsabilizo por eso.

Y ahora estas vulnerable, en una posición tan frágil que quieres retomar lo que dejamos, recuperar lo que perdiste pero ya es muy tarde. Jamás podre pasar de la cordialidad contigo porque lo único que has hecho es dejar en mí heridas que las lagrimas no sanaron, noches orando porque no te estuvieras alejando, diarios secretos en los que nunca menciono que te amo.

Nos engañamos un par de veces tratando de ser lo que naturalmente somos pero la verdad es que eso nunca podrá pasar porque hay cosas de mí que tú nunca sabras y millones de preguntas que nunca haré porque no puedo confiar. La raíz de nuestro problema siempre fue y será que no nos conocemos de verdad. 

domingo, 22 de abril de 2012

En mi intento de comprender


He sido muy estúpida los últimos meses, lo sé. Sé que debería estar haciendo otras cosas con mi vida, que podría dejar de volar tan bajo para poderme escapar pero por mas que lo intento no logro despejar mi cabeza con todo lo que tengo que pasar.

Muchos no pueden entender lo difícil que es la proximidad que tengo con mis problemas, que quisiera dejarlos atrás pero cuando lo intento tan solo dando la vuelta los vuelvo encontrar. Huyo de ellos porque no se cómo los debo arreglar.

Soy responsable de haber sembrado la semilla de estos sentimientos cuyas raíces ahora ya no puedo sacar, juro que lo intento pero a veces no me quedan fuerzas y me rindo. Quiero ver hacia adelante pero aun siguen estorbando mi visión todos esos recuerdos. Por eso intente sacar de mi vida todo eso que me estaba intoxicando pero es como si me hubiera absorbido por completo.

No espero que me entiendan, solo me gustaría que no me abandonaran. Sé que desespero y que es frustrante verme caer una y otra vez en el mismo maldito hoyo y que ponga oídos sordos a todo lo que me dicen pero es que siento que he perdido el sentido común, esto está mal pero a veces ni yo misma me quiero escuchar.

Tampoco espero que ustedes me saquen de este horrible lugar, sé perfectamente que me tengo que poner yo sola de pie pero no puedo escuchar mi razón si en mi interior me la paso gritando por la desesperación. Me siento amarrada, ahogada en todo esto aunque esa nunca fue mi intención, solo paso.

Conozco lo que está mal y lo que debo hacer para arreglarlo solo me falta fuerza y voluntad para cambiar de dirección, pero creo que las perdí cuando lo intente con todas mis fuerzas y después de algunos intentos no lo pude lograr.

Esta situación es un error que me hace errar mas y mas… he perdido de vista lo que era más importante, a él por ejemplo. El que no comprende como llegue y como es que sigo aquí, que no se da cuenta que me importa mas de lo que puedo aparentar, que llego ofreciendo un poco de la cordura que había perdido, que me ofreció una vía para escapar.

Y ahora aquí estoy, quedándome aun mas sola de lo que pude llegar…

domingo, 8 de abril de 2012

¡VOY A LUCHAR POR TI!


La semana santa me dejo un par de lecciones muy importantes, el colmo de la vida es que haya tenido que ir tan lejos para darme cuenta de las cosas que son bastante obvias.

Desde que escuche decir a alguien “Se ama o no se ama, el amor no permite estupideces” mi mente empezó darle vueltas a la idea de lo que yo llamo “blanco o negro” y me di cuenta que el amor es una de esas cosas en las que no podemos tener términos medios.

“Luchar hasta la muerte por lo que mas se ama” es algo que suena bastante trillado pero de verdad es algo que todos deberíamos estar haciendo, el problema es que hay demasiado egoísmo habitando este planeta. Las ideas sobre el amor perfecto y bueno hace muchos años que comenzaron a devaluarse, comenzaron a surgir y ganar terreno los aspectos negativos que hay sobre el amor y en mi opinión esas ideas ya están muy sobrevaloradas también. Ya nadie quiere confiarle su corazón a otra persona por todas esas cosas malas que ha escuchado decir, deberían darse cuenta que en cuestiones sentimentales nunca va a aplicar el “para todo”.

Yo he chocado muchas veces contra la pared en eso del amor y jamás he dejado de creer en él, a veces me canso pero jamás he sentido la necesidad de rendirme totalmente. He aprendido mis lecciones, que supongo son el punto de todo, como dar todo sin miedo a que me rompan el corazón, porque después de todo eso no es tan malo. Soy de la idea de que hay que dar todo para que ya no quede en mi el hecho de que las cosas no hayan funcionado y para no andar preguntando después ¿Qué hubiera pasado si….? Cuando la otra persona se da cuenta de lo que hiciste y pudiste haber hecho por ella se arrepiente y por supuesto que pasa ya que nadie en este planeta es tan ciego, eso es a lo que yo llamo karma.

Pero regresando al tema de luchar por lo que se ama creo que también regresamos al egoísmo. Todo el tiempo me la paso escuchando decir a las personas, sobre todo a mujeres: “Si me quiere que luche por mi” y digo estoy de acuerdo en eso porque no podemos entregar nuestros corazón en bandeja de plata a cualquiera pero si la otra persona va a luchar por ti, también hay que estar dispuesto a luchar por ella. ¿Cómo es posible que nos dé tanto miedo pelear por algo que amamos? Si morimos, moriremos con la plena conciencia que fue por algo que valió la pena, y no hay muerte más honorable que esa!

Todos tenemos algo por qué luchar y yo se que a veces el miedo y las dudas de no saber si estamos luchando por la causa correcta nos frenan pero cuando eso pase solo tenemos que buscar dentro de nosotros mismos todo ese amor que nos da el coraje para no rendirnos cuando las cosas se estén poniendo difíciles, porque el único sentimiento que debería estar moviendo a este mundo y a todas las personas es el amor. 

domingo, 1 de abril de 2012

Pláticas con Dios


Quizá a algunos de ustedes esto les suene fumado o quizá no, eso ya depende de la fe de cada quien pero más que hablar de cuestiones religiosas y esas cosas, les hablare de lo que es para mí una plática con Dios.

Hay veces en las que no encuentro las respuestas a todos mis problemas y enredos importantes de mi vida y me quedo sin lugares donde buscar. Cuando la desesperación de no saber qué hacer, decir o pensar llega a su punto límite es cuando voy a la azotea de mi edificio, me siento en el borde, miro al cielo y digo “Dios mío, que esta pasando?” y mágicamente en mi mente comienzan a fluir las palabras y es como si le estuvieran platicando a las nubes lo que me pasa.


Quizá si es un poco loco pero creo que en realidad es muy sano, ya sea que le estés hablando a Dios, a las nubes o te estés platicando a ti solito tus penas. Hablar hace tanto bien….

Creo yo que cuando hablas es necesario que ordenes tus ideas (Ventaja no. 1), tratas de encontrar razones y  justifica tu actuar y tu sentir (Ventaja no. 2) y por ultimo vas encontrando las distintas posibilidades que te pueden sacar del laberinto de tus pensamientos (Ventaja no. 3) y ninguna de estas cosas ocurriría si te encierras en tu mundo y tu solito te vas enredando en tu maraña de pensamientos.

No creo que sea necesario que otra persona te este escuchando, a veces te sientes mejor hablando con tu perro o con las nubes que con una persona que para ser honestos lo único que quiere es que te calles para comenzar a regañarte, y muchas veces ni siquiera esperan a que termines.

Otra cosa es que cuando hablo con Dios me convenzo de que todas las cosas que están pasando a mi alrededor y que a veces están fuera de mi control son obra de él y que todo tiene un propósito que está a mi favor, no me gusta pensar que las cosas se van dando porque las personas son las que están haciendo daño deliberadamente.

En fin, mis platicas con Dios he encontrado la tranquilidad que necesito en los momentos en que ya no puedo más, probablemente sea por lo que digo arriba pero me gusta creer que hay alguien escuchándome de verdad y que manipulara al mundo para que todo en mi vida se arregle. Después de todo, es mejor echarle la culpa a alguien de lo que estás haciendo con tu destino (o.O)

lunes, 26 de marzo de 2012

Una idea extraña del amor.


A veces espero que pasen cosas demás, siempre tengo la intención de que todo funcione a la perfección y la vida sea ese cuento de hadas tan trillado en las películas pero evidentemente no pasa. Y a veces creo que no es tanto el hecho de que no pueda pasar si no que no se jugar muy bien mis cartas.

Últimamente me cuestiono las estrategias que existen y están tan de moda para llegar a los corazones de otros, estoy muy en desacuerdo con ellas pero tengo razones para creer que son las correctas.

Se dice que si quieres que una persona se enamore de ti y le importes tienes que tratarlo con la punta del pie, ser mala y mostrar indiferencia, según que porque siempre vamos a querer lo que no podemos tener, pero a ver díganme ustedes si suena lógico eso de que  las personas se enamoren de alguien que los trata mal por mucho que la otra persona también este toda enamorada, ¿verdad que no?  Es estúpido pensar eso, pero mis experimentos sociales me han llevado a la conclusión de que esa es la triste realidad.

Estoy en un lugar muy confuso en este momento, en el que estoy poniendo a prueba todo lo que creo y pienso y lo estoy comparando con esta mugrosa realidad que no se cansa de golpearme la cabeza cada que tiene ganas.  No entiendo como si el primer beso que le das alguien es bajo circunstancias ideales, así como en un plan en el que ambos ponen de su parte, es una relación equitativa en la están comprometiendo a que funcione y todo es perfecto, dentro de lo que puede ser, ¿Cómo rayos es que el segundo pasa a ser una lucha de poder, de ver quién lleva el control?

De verdad no me explico cómo se llega a ese punto, como todo tiene la manía de desgastarse y volverse tan ordinario como el resto de las cosas de la vida humana. En lo personal es muy molesto que al final se vaya cayendo en el rol que se supone que cada uno debe jugar y en el teatrito de ponerse “difícil” cuando nos estamos muriendo por dentro por estar con esa persona solo porque así son las cosas. ME FRUSTRA!!

El amor es como la tristeza que sientes, tienes derecho que a hacer con ellas lo que te plazca sin que te importe en lo absoluto lo que los otros piensen y digan de ti. Al menos esa es mi idea, no le encuentro sentido a ocultar mis sentimientos por alguien solo porque si lo hago ese alguien perderá el interés, yo soy mas de la idea de que si eso pasa entonces es una persona que no vale la pena y saben que? NEXT!!

En fin muchachos, ahí les dejo eso para que piensen porque la verdad si seguimos con ese tipo de ideas del amor estamos pa’l perro. El amor no es juego de poder ni nada por el estilo (o al menos eso es lo que me gusta creer) así que dejemos de hacer sufrir al otro por el puro placer de decir “mira quien lleva el control aquí” ok? Hay que disfrutar y dejar de racionar el amor que sentimos como si fueran monedas.

sábado, 10 de marzo de 2012

Dejarte escapar


Nunca había sentido la necesidad de volver la espalda.
de caminar sin pensar y de dormir sin soñar
hasta que me encontré contigo.

No quiero volver atrás y ver con otros ojos lo que esa noche paso
pero siento que algo debió salir mal porque ahora ya no estas,
quisiera que volvieras pero ya no puedo más;
No tengo suficiente fuerza para pedir que te quedes
Y tampoco soy tan débil para dejar que te marches.

Que se supone que debo hacer si cada noche antes de dormir
siento que debo pensar en ti,
pero cuando sueño huyes tan lejos como puedes de mi.
Esa sensación que tenia al besarte no me deja en paz,
me pregunto si todavía será igual,
me pregunto si en algún lugar estarán aun las mariposas que sentía al bailar.

Sentir tus brazos como siempre conteniéndome para no gritar,
me sentía unida a ti
y dejaba de llenar los silencios con gritos que rompían la paz.
Estar a tu lado era sentir que nada me podía pasar.

Pero la comprensión vuelve a mí
y me dice a gritos que te tengo que dejar ir.
Doy un paso atrás y agradezco por haber sentido alguna vez que podía amar.

miércoles, 22 de febrero de 2012

¿Mentiras?


“Hay palabras tan dulces que duelen”

Cuando una promesa no se cumple la mayoría de nosotros creemos que cuando nos la hicieron nos estaban mintiendo, pero ¿qué tan real es ese consuelo que nos damos? No entiendo porque todos caemos en esa trampa de pensarlo, y es que últimamente creo que en realidad cuando alguien hace una promesa no creo que no tenga intención de cumplirla, se necesita ser muy mala persona para eso y honestamente no creo que haya muchas personas así en este mundo, pero las hay.

Mas bien, yo creo que todos queremos cumplirlas, pero como pasa con las cosas pequeñas las circunstancias van cambiando y los caminos que implicaban esas promesas comienzan a desvanecerse frente a nuestros ojos y nos perdemos intentando continuar.

Hacer promesas no es malo, no cumplirlas tampoco solo hay que ser cuidadosos con las palabras que usamos cuando lo hacemos más que con las intenciones. A veces implicamos un “´por siempre” que aunque por mucho que tengamos la intención de cumplirlo eso no pasa pero el hecho de haberlo mencionado hace que las personas nos creemos altas expectativas.

Al final todo se basa en eso: “expectativas”, como todo el mundo sabe el tener altas expectativas sólo trae desilusiones pero son inevitables. Tienes dos opciones: esperar demasiado y desilusionarte por lo poco que recibes ó no esperar nada y que todo el tiempo que pase así estés amargándote la vida porque crees que no pasará, aunque hay que admitir que eso tiene sus ventajas porque entonces cuando pasa eres feliz.

Yo creo que sería muy sano para todos en este planeta pensar que las promesas rotas no son mentiras, si no intenciones que no siempre podemos cumplir porque este mundo gira y gira y las cosas nunca se quedan igual.

A veces se muere el amor, a veces es solo una confusión. Al final no podemos vivir pensando en que nos mintieron porque lo único que hacemos con eso es envenenarnos el corazón, si lo sabré yo!, hay comenzar a tener un poco más de fe en las personas y pensar que en el momento que alguien promete es porque tiene la intención de hacerlo y si eso no se cumple pensemos que fueron las circunstancias y no las personas las que terminaron con eso.

martes, 7 de febrero de 2012

Poema no. 42


En mi deseo de huir comencé a correr y correr
dejando atrás todo, sin discriminar.
No quise volver la cabeza, ni dar cuenta de lo que dejaba atrás,
deje a mucha gente en el camino, gente que no merecía quedarse
intente librarme de mis viejos hábitos librándome de viejos sentimientos.
En un intento fallido quise  dejarte de lado,
me engaño pensando que sin ti todo va a estar mejor.

Pasaba sin pensar, sin detenerme a observar
tomaba los caminos más por avanzar que por saber a dónde me podían llevar.
Me perdía ante todos los nuevos panoramas,
me dejaba engañar por las estrellas que me alumbraban
creía que tenían la intención de llevarme a un buen lugar,
aunque no importaba en realidad.

El tiempo comenzó a ser relativo,
Instintivamente me dejé llevar y comencé a perder de vista
lo que realmente debía mirar.
Ya no me importaron los lugres ni las novedades
Ya solo pasaba sin ver, ni sentir, casi sin respirar
Seguía escapando de mi debilidad.
Un día por fin me detuve y me di cuenta que lo único que estaba haciendo
era tratar de regresar.

domingo, 29 de enero de 2012

Poema no. 22



Comienza a extenderse una gran oscuridad entre nosotros
cada vez mas grande, cada vez mas densa.
A medida que pasa el tiempo te vas difuminando con ella
y esta vez no hay un lugar del cual aferrarse.
Solo estoy yo, la oscuridad y tu recuerdo distante.

Es inevitable y solo espero hasta verte desaparecer
no existe un remedio para que detener esto,
porque ahora que más da si no estamos de acuerdo.

Quizá solo hemos actuado en contra de nuestra voluntad
colocando barreras y barreras ocultándonos,
aunque lo único que anhelábamos era conocernos de verdad.
O  quizá todo eso que teníamos era una farsa
y no era este ni el momento ni el lugar.

¿Poner resistencia en un intento inútil para que no desaparezcas?
Por favor, ¿a quién vamos a engañar?
Necesitamos estar con alguien más.
Nos negamos a ver que el vacio es un lugar
que nosotros nunca podremos llenar.  

lunes, 23 de enero de 2012

Empezando con el pie derecho


Mi vida sigue dando vueltas y vueltas, hasta el día que deje de respirar no se detendrá. A veces quiero que vaya más despacio, otras que acelere hasta dejar el momento atrás pero jamás he querido que se detenga por completo.

Al fin deje de esclavizarme a los recuerdos, no digo que ya no recurra a ellos pero ya no soy prisionera de mi buena memoria. Me quede vacía de emociones viejas y gastadas, deje todo despejado para empezar este año; aunque asimilarlo me costó bastante trabajo. Es difícil deshacerte del pasado, descubrir quién eres detrás de todas esas cosas que creías te habían formado y continuaban haciéndolo. Todo eso era la brújula que marcaba la dirección de mis pasos, la esperanza de recuperar algo que nunca me perteneció y ahora no se a donde debo dirigirme, solo sé que donde me he quedado parada tengo los pies bien puestos sobre el suelo, esperando el momento en que me decida a tomar una dirección.

Todo este cambio ha sido de improvisto; seguía engañándome yo sola con todo eso, aferrada como suelo ser pero me canse de todo, sentí que debía dejarlo en el 2011. Que los días especiales del calendario del año pasado tenían que convertirse en días ordinarios este año, que cada noche vacía no recurriera a los recuerdos. No sé en que punto me llego la luz pero aquí esta y no hay marcha atrás. Me esperan muchos años por delante (o al menos eso me gusta creer) como para desgastarme pensando en lo que no se dio.

Creo que la lección mas importante que termine aprendiendo es que el hubiera no existe, pensar en lo que hubiera sido, lo que hubiera dicho, lo que hubiera podido sentir no va a hacer una maldita diferencia en el presente y mucho menos en el pasado. Sé que esto suena muy obvio y quizá todos lo sepamos pero no creo que todos lo comprendamos, digo por lo menos a mi me toco aprenderlo a la mala.

Como sea aquí estoy comenzando de nuevo. Nuevo año, nuevo semestre, nueva actitud, nueva mentalidad y por supuesto nueva motivación para ir hacia adelante, quitando la vista de atrás y evitándola lo mas que pueda para no caer en mis viejos hábitos tan destructivos para el ser humano.