martes, 7 de febrero de 2012

Poema no. 42


En mi deseo de huir comencé a correr y correr
dejando atrás todo, sin discriminar.
No quise volver la cabeza, ni dar cuenta de lo que dejaba atrás,
deje a mucha gente en el camino, gente que no merecía quedarse
intente librarme de mis viejos hábitos librándome de viejos sentimientos.
En un intento fallido quise  dejarte de lado,
me engaño pensando que sin ti todo va a estar mejor.

Pasaba sin pensar, sin detenerme a observar
tomaba los caminos más por avanzar que por saber a dónde me podían llevar.
Me perdía ante todos los nuevos panoramas,
me dejaba engañar por las estrellas que me alumbraban
creía que tenían la intención de llevarme a un buen lugar,
aunque no importaba en realidad.

El tiempo comenzó a ser relativo,
Instintivamente me dejé llevar y comencé a perder de vista
lo que realmente debía mirar.
Ya no me importaron los lugres ni las novedades
Ya solo pasaba sin ver, ni sentir, casi sin respirar
Seguía escapando de mi debilidad.
Un día por fin me detuve y me di cuenta que lo único que estaba haciendo
era tratar de regresar.

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