Como quisiera tener el don de la
predicción. No basta con que me pase la vida analizando mis opciones,
considerando las consecuencias de mis actos y desbaratando el mundo buscando
respuestas, siempre termino tomando malas decisiones.
Muchos de ustedes pueden decir
que de eso se trata la vida pero ya me aburrí de que todo salga contrario a lo
quiero. Digo, en mi caprichosa cabeza suelo pensar que las cosas tienen que
ocurrir según mis planes porque pongo todo mi empeño en que así suceda. Luego
recuerdo que estoy rodeada de humanos que igual que yo son egoístas,
impredecibles y caprichosos, y que tal vez eso es lo que hace que mi camino no
sea tan recto.
Las cosas van y vienen,
desgraciadamente las personas también. Aferrarse no es sano cuando sobrepasas
los límites de la dignidad, además es muy cansado luchar contra una corriente
tan poderosa como el destino. Hay veces que por mucho que se quieran las cosas
no más no pueden ser y aunque la lógica dice que cuando es así es mejor
terminarlo y continuar, díganme ¿qué humano con sentimientos puede aceptarlo
cuando debe hacerlo?
Cuando la vida nos arrastra hacia
caminos no planeados como buenos mortales nos dejamos llevar, reposamos
nuestras almas y nos dejamos sentir esas penas que vamos bloqueando mientras
llegan. Somos tan débiles que cualquier brisa puede hacernos caer y con las
manos llenas de rasguños y las rodillas sangrando comprendemos que debemos
pararnos y caminar porque no hay peor derrota que la que no tiene lucha. Los
seres humanos somos lo suficientemente orgullosos como para decir “No importa
si me caigo, sé que aunque este solo puedo levantarme” pero hay otro tipo de
seres humanos, esos que dicen “No importa si me caigo, sé que esta Él y puedo
apoyarme para levantarme”. Y yo no soy quién para decir quiénes son mas
inteligentes.
El punto es que mientras
lleguemos a nuestro destino, no importa que camino hayamos recorrido, donde nos
detuvimos y quién estuvo a nuestro lado mientras nos movíamos. Respecto a
nuestro destino, bueno, cada quién sabe cuál es el lugar al que quiere llegar.
A veces es bueno recordar lo que realmente nos pertenece, y en esa categoría no entran ni las personas, ni los lugares, ni nuestras cosas. Lo único que realmente te pertenece, lo que nadie podrá quitarte es tu experiencia. A veces el sentir que hemos caído nos ayuda a crecer, ganar o perder no es lo importante. El Aprendizaje sí.
ResponderEliminarEsa es mi sincera opinión.
Carito te Amo!!!!
ResponderEliminar