“Hay palabras tan dulces que
duelen”
Cuando una promesa no se cumple
la mayoría de nosotros creemos que cuando nos la hicieron nos estaban
mintiendo, pero ¿qué tan real es ese consuelo que nos damos? No entiendo porque
todos caemos en esa trampa de pensarlo, y es que últimamente creo que en
realidad cuando alguien hace una promesa no creo que no tenga intención de
cumplirla, se necesita ser muy mala persona para eso y honestamente no creo que
haya muchas personas así en este mundo, pero las hay.
Mas bien, yo creo que todos
queremos cumplirlas, pero como pasa con las cosas pequeñas las circunstancias
van cambiando y los caminos que implicaban esas promesas comienzan a desvanecerse
frente a nuestros ojos y nos perdemos intentando continuar.
Hacer promesas no es malo, no cumplirlas
tampoco solo hay que ser cuidadosos con las palabras que usamos cuando lo
hacemos más que con las intenciones. A veces implicamos un “´por siempre” que
aunque por mucho que tengamos la intención de cumplirlo eso no pasa pero el
hecho de haberlo mencionado hace que las personas nos creemos altas
expectativas.
Al final todo se basa en eso: “expectativas”,
como todo el mundo sabe el tener altas expectativas sólo trae desilusiones pero
son inevitables. Tienes dos opciones: esperar demasiado y desilusionarte por lo
poco que recibes ó no esperar nada y que todo el tiempo que pase así estés amargándote
la vida porque crees que no pasará, aunque hay que admitir que eso tiene sus
ventajas porque entonces cuando pasa eres feliz.
Yo creo que sería muy sano para
todos en este planeta pensar que las promesas rotas no son mentiras, si no
intenciones que no siempre podemos cumplir porque este mundo gira y gira y las
cosas nunca se quedan igual.
A veces se muere el amor, a veces
es solo una confusión. Al final no podemos vivir pensando en que nos mintieron
porque lo único que hacemos con eso es envenenarnos el corazón, si lo sabré
yo!, hay comenzar a tener un poco más de fe en las personas y pensar que en el
momento que alguien promete es porque tiene la intención de hacerlo y si eso no
se cumple pensemos que fueron las circunstancias y no las personas las que
terminaron con eso.