domingo, 5 de junio de 2011

La muerte...

La muerte es algo natural en el hombre y aun así es algo para lo que nunca se esta preparado. Cuando vivimos una muerte no hay nada que pueda suavizar tu dolor, que reconforte tu alma, sientes que entre tu garganta y tu estomago hay un enorme hoyo que no te deja respirar, que te quita el aliento y simplemente te quedas vacío.

Cuando muere alguien a quien amamos, en especial si ese alguien es tu compañero de vida, experimentamos la verdadera soledad y de repente te encuentras con que te has mudado a una isla y la mente no puede procesar que hay mas personas a tu alrededor. Es en este momento lo único que podemos hacer es dejarnos caer hasta tocar fondo para luego con el tiempo despertar y levantarse.

Nuestro transito en la vida no es eterno, en algún momento perderemos a nuestros seres queridos y después sera nuestra voz la que se apague y todo lo que fuimos y conocimos se convertirá en polvo dentro de un sepulcro.

Aunque si de consuelo nos sirve, las personas en realidad no mueren hasta que las olvidamos (razón de la existencia de tantos fantasmas) y si esa persona hace algo grande asegura que su paso por este mundo sea infinito.

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