martes, 27 de septiembre de 2011

De noche....


Cuando se acerca la noche los verdaderos sentimientos comienzan a dejar caer las mascaras que los cubren el día entero, ocultos tras ellas tratan de aparentar lo excelente que va la vida aunque por las noches uno tenga que padecer insomnio tratando de controlar y guardar en una cajita todo aquello que no quiere sentir.

Tras la cortina de la habitación la luna trata de abrirse paso entre las pocas nubes que invaden el cielo y opaca a todas las estrellas, cumple con dos funciones: la de hacernos soñar como verdaderos quinceañeros enamorados y la de golpearnos con un montón de recuerdos que tratamos de evitar. Y es que tiene un poder muy interesante en muchas personas, por mas que tratemos de verla como una simple roca hay algo en ella que no te lo permite.

Conforme avanzan las horas en la oscuridad y el ruido se va apagando podemos escuchar mas claramente al corazón, y es que siempre ahogamos su voz con el montón de ruido que nos rodea durante el día, estamos tan acostumbrados a forzar las cosas que muy pocas veces estamos dispuestos a escuchar lo que en verdad queremos nosotros mismos.

Cuando las sentimientos ya fueron expuestos y se ponen las cosas en perspectiva a veces podemos encontrarle un remedio al mal que nos aqueja pero también podemos complicar mas las cosas y es que es normal que veamos todo mal debido al cansancio que el cerebro suele tener durante la noche.

Si tan solo todo esto pasara de día quizá la vida no se nos complicaría tanto….


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