miércoles, 22 de febrero de 2012

¿Mentiras?


“Hay palabras tan dulces que duelen”

Cuando una promesa no se cumple la mayoría de nosotros creemos que cuando nos la hicieron nos estaban mintiendo, pero ¿qué tan real es ese consuelo que nos damos? No entiendo porque todos caemos en esa trampa de pensarlo, y es que últimamente creo que en realidad cuando alguien hace una promesa no creo que no tenga intención de cumplirla, se necesita ser muy mala persona para eso y honestamente no creo que haya muchas personas así en este mundo, pero las hay.

Mas bien, yo creo que todos queremos cumplirlas, pero como pasa con las cosas pequeñas las circunstancias van cambiando y los caminos que implicaban esas promesas comienzan a desvanecerse frente a nuestros ojos y nos perdemos intentando continuar.

Hacer promesas no es malo, no cumplirlas tampoco solo hay que ser cuidadosos con las palabras que usamos cuando lo hacemos más que con las intenciones. A veces implicamos un “´por siempre” que aunque por mucho que tengamos la intención de cumplirlo eso no pasa pero el hecho de haberlo mencionado hace que las personas nos creemos altas expectativas.

Al final todo se basa en eso: “expectativas”, como todo el mundo sabe el tener altas expectativas sólo trae desilusiones pero son inevitables. Tienes dos opciones: esperar demasiado y desilusionarte por lo poco que recibes ó no esperar nada y que todo el tiempo que pase así estés amargándote la vida porque crees que no pasará, aunque hay que admitir que eso tiene sus ventajas porque entonces cuando pasa eres feliz.

Yo creo que sería muy sano para todos en este planeta pensar que las promesas rotas no son mentiras, si no intenciones que no siempre podemos cumplir porque este mundo gira y gira y las cosas nunca se quedan igual.

A veces se muere el amor, a veces es solo una confusión. Al final no podemos vivir pensando en que nos mintieron porque lo único que hacemos con eso es envenenarnos el corazón, si lo sabré yo!, hay comenzar a tener un poco más de fe en las personas y pensar que en el momento que alguien promete es porque tiene la intención de hacerlo y si eso no se cumple pensemos que fueron las circunstancias y no las personas las que terminaron con eso.

martes, 7 de febrero de 2012

Poema no. 42


En mi deseo de huir comencé a correr y correr
dejando atrás todo, sin discriminar.
No quise volver la cabeza, ni dar cuenta de lo que dejaba atrás,
deje a mucha gente en el camino, gente que no merecía quedarse
intente librarme de mis viejos hábitos librándome de viejos sentimientos.
En un intento fallido quise  dejarte de lado,
me engaño pensando que sin ti todo va a estar mejor.

Pasaba sin pensar, sin detenerme a observar
tomaba los caminos más por avanzar que por saber a dónde me podían llevar.
Me perdía ante todos los nuevos panoramas,
me dejaba engañar por las estrellas que me alumbraban
creía que tenían la intención de llevarme a un buen lugar,
aunque no importaba en realidad.

El tiempo comenzó a ser relativo,
Instintivamente me dejé llevar y comencé a perder de vista
lo que realmente debía mirar.
Ya no me importaron los lugres ni las novedades
Ya solo pasaba sin ver, ni sentir, casi sin respirar
Seguía escapando de mi debilidad.
Un día por fin me detuve y me di cuenta que lo único que estaba haciendo
era tratar de regresar.